7 de julio de 2010

Indómito vuelo

Hasta la noche de ayer
la mansedumbre apaciguó
los vendavales nocturnos
de nuestras selvas y mares.

Un holocausto de lunas
ya no reposa
en la cornisa de nuestros templos.
se aleja
en el vértice de una ráfaga intrusa.
liberando así,
el compás de nuestra palpitación.

Por primera vez
nuestro vuelo se junta,
y entre lienzos e inciensos
libera delirios seductores.

me asechan tus ojos
como faroles sobre la mar en la noche,
arropando de lujuria mi piel
-cuan regio manto áureo-.
comienzan a brotar gestos verticales
de tu vidriosa e impúdica silueta
que sofocan tu ropaje.

Tus manos-proas gemelas-
descubren en mi pecho
dos ánforas romanas
rebosantes de almíbar.
entonces tus labios
-abejas hambrientas-
alucinan
un humeante edén
con cascadas rubíes.

No desates aun
el diminuto delantal
amarrado a mi cintura
lleno de flores silvestres
y escarcha afiebrada.
levántalo tan sólo
-cortina satinada-
y enreda tus dedos
en el monte de mi caminito empapado.

Con tu cintura
rueca en vértigo
en un galope
bajo un toldo de brotes y calofríos
secuestra mi cráneo…
…indómita, has estallar mi sangre.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

!Gracias por visitar!