8 de julio de 2010

Comunión



Es domingo y llueve
las puertas benditas
invitan al cielo.

Afuera
los de traje y sombrero
se dirigen al templo
más tarde
nosotros también comulgaremos
pero no junto a ellos
en medio del aguacero
llegaremos a la gloria
o tal vez al infierno
retozando en el lodo.
Del crepúsculo al alba
dibujaremos risas
y gestos bañados en delirio
en las ventanas sin cortinas.

Apostemos
sin temor a los infiernos
a que en este instante
nadie hará del deseo un reo
respiro profundo…
….y huelo en la brisa
danza nocturna,
sándalo, almíbar, y luna.

Allá
el demonio me asecha
desgajándose desde la densidad
de un cañaveral salvaje.
Tiene ojos de laguna
y de gritos en penumbra
veo remolinos en su ombligo
y en su monte escondido.

Sus manos recorren
lentamente las lomas y lagos
en mi mapa empinado.
Su cintura dirige las mias
y busco en el sur de su vergel
ese tallo de hierba escondido
el más verde y venusto
lo descubro
y es mi lengua humeante
de su metamorfosis testigo.

Entonces, dos sierpes rosadas
se entrelazan, y comienzan la danza
en la pista mojada
los pétalos de una flor escondida
manan almíbar y rocío…
…aun no estalles-alguien dice-
sobra tiempo
para beberse al infierno y la gloria
en una sola copa.







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