Hoy soy navío
y no me asusto
porque sin pretexto alguno
el agua me abraza
el aire revolotea en mi garganta
con perfecto e impavido ímpetu
no me caigo, no colapso
el aire revolotea en mi garganta
con perfecto e impavido ímpetu
no me caigo, no colapso
y siento la libertad en mi pecho de pájaro
volando tras la estela de lo indecible
donde me esperan
los brazos
que me harán vivir, agonizando.
volando tras la estela de lo indecible
donde me esperan
los brazos
que me harán vivir, agonizando.